Letras que dicen: 2023
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Reflexiones sobre el 2022

Malacara | 31 Dic 22

blog / informal

Nuestras visiones sobre este año, como las han sido con todos, queda sujeto a nuestra experiencia personal. Para unos, este bloque de tiempo fue el mejor año de su vida, y lo recordarán así por el resto de sus vidas, con un cariño al cual el resto no nos adherimos. Para otros, este fue el año donde tocaron fondo; donde lo peor de su ser se materializó en una serie de experiencias y procesos que lo hará recordar el 2022 como un año terrible. Para el resto, no fue así, sino más bien un año ordinario -aunque no queda libre de los cambios que hayan ocurrido en los lectores de este texto durante este año-.

2022

La pandemia sigue -aunque progresivamente vamos saliendo e ella- y se desató en Febrero una de las guerras más grandes que la humanidad había experimentado en décadas. No fue un año fácil para las víctimas de las armas y del cuerpo, pero en lo que el resto de ámbitos humanos respectó, hubo momentos de felicidad. En el campo tecnológico, el desarrollo de las tecnologías de IA han demostrado ser el potencial reemplazo, o bien, creación, de las actuales tecnologías dominantes, y de ser capaces de abrirle otras mil puertas al ingenio humano para el progreso de las sociedad. La ciencia ha avanzado ordinariamente, desarrollándose primordialmente en lo que la medicina respecta. En lo que a la sociedad respecta, el mundo mantuvo su ritmo ordinario anual de actividad política, con sus tradicionales renuncias, golpes de estado, escándalos, y nada trascendental parece que vaya a ocurrir dentro de las esferas del poder. Hay algunos eventos -además de la guerra- que son dignos de remarcar: Elecciones en Chile, Brasil y Colombia, en las cuáles triunfó la izquierda progresista; probablemente no habrán cambios importantes durante sus gobiernos, pero ante todo está dar el primer paso hacia la utopía. Ocurrió también la conocida crisis política del Perú el 7 de Diciembre, del cuál siguen saliendo análisis muy ambiguos o sesgados, por lo que no se puede hablar aún de esta con total claridad*. Protestas por derechos en algunos países, como Irán o China, y más elecciones por el mundo. El deporte también fue de gran relevancia este año, porque a pesar de las dificultades que se le preveían a este mundial, el tiempo jugó a su favor y logró realizarse a luces y fiestas vivas -aunque fue un Mundial muy polémico, cabe recalcar-. Murieron también algunas personalidades importantes, como la Reina Isabel II, el papa Benedictus XVI (hoy) y hace dos días la leyenda del fútbol Pelé.

Yo

Personalmente, me fue un año muy transformador. A inicios del año, y con la tradicional euforia de inicios de año había iniciado una trayectoria de desarrollo personal, la cuál condujo de un evento a otro, y terminó determinando cuál es mi perspectiva a futuro y el camino que debo tomar para alcanzarlo. Si a este año llegué sólo viviendo el presente, lo terminé con mi trayectoria en el mundo decidido, y personalmente decidido a transformarlo. No es de menor recalcar la evolución intelectual que tuve durante este año -que mencioné en el artículo de prueba- y la reevaluación de todos los proyectos que había imaginado hasta entonces, entre los que se incluye el proyecto LAMI, el cuál plantee como un proyecto sin duda muy diferente al actual justamente a inicios de este año.

Pero para observar la otra cara de la moneda, he de mencionar que no fue un año de progreso. A lo largo del año, me estuve llenando de metas y proyectos medibles y alcanzables, pero que jamás pude poner en práctica por mi incapacidad para superar mi dependencia a las redes sociales -las cuáles, de hecho, intenté dejar completamente a inicios del año-. Al final, de todas esas metas y proyectos, sólo uno lo completé -y el resultado resultó decepcionante- y el resto cayeron a medida que el tiempo pasaba. Otros proyectos los pospuse una y otra vez hasta el día de hoy, y todavía se ven lejanos de alcanzar.
En resumen, fue un año agridulce, en parte por la transformación interna, y en otra por el desperdicio total de posibilidades debido a la procrastinación continua.
Y a pesar de que iniciar a escribir en esta página lo había programado desde Agosto, sólo ahora se aprecia el primer paso para su nacimiento. Al final, la mejor opción fue hacerlo unas horas antes de que se termine el 2022, y aquí estoy. Pero ante todo, lo más importante es el proceso. Mis habilidades y estilo de escritura todavía les falta mucha experiencia para mejorar, pero como siempre es dicho: Iniciar ya es un gran paso.

Amen y sean amados. Nunca abandonen el amor al prójimo.

CDMX, 2022

*.Probablemente ni siquiera podemos hablar de un evento "terminado"